Escribe nuestro buen amigo el P. Andrés García, misionero de la Consolata en la República Democrática del Congo, agradeciendo la pequeña ayuda que le hacemos llegar, fruto de la barra y lumbre en la noche de San Antón. Personas como él y la misión que están llevando a cabo ( http://sedevida.blogspot.com.es/ ) nos cuestionan y nos llenan de ilusión por trabajar -nosotros desde aquí- por el mismo reino de Dios.
"Querido José Antonio y querida comunidad cristiana de Santiago
Apóstol,
Hoy he consagrado el día a escribir, agradecer, recordar,
reflexionar,...Gracias a esta "gracia", encuentro la calma para escribiros
agradeciendo vuestro donativo de 2.032 €, que ha llegado finalmente hasta
nosotros.
No es fácil, ya que no tenemos bancos en toda nuestra región
(llamada ahora Provincia del Alto Uelé) y las comunicaciones de Kinshasa
hasta donde estamos nosotros son muy difíciles, pero con paciencia todo
llega.
Creo que estáis informados casi mensualmente de nuestras
actividades a través del blog "sedientos de vida".
Este año en concreto,
desde junio 2016, estamos intentando completar el camino ya recorrido
durante años con los pigmeos por nuestros hermanos y otros misioneros y
agentes de pastoral de la diócesis.
Estamos intentando lanzar una escuela
itinerante de alfabetización que siembre nueva luz en la conciencia,
sufriente desde hace generaciones, del pueblo pigmeo.
Es bonito,
emocionante, ver los ojos de niños y adultos abrirse de par en par ante
números, letras, ideas, canciones, pero sobre todo ante el hecho de sentirse
privilegiados, queridos, centro de la atención de alguien y concretamente en
nombre de Dios.
Pasar de sentirse llamar cada día animal, de verse
eternos siervos sometidos, sin saber bien por qué, a encontrarse servidos y
acompañados preferencialmente. Descubrir que también Dios los ama, como a
cada ser humano,...
No pretendemos muchos resultados, pero sí sembrar una
semilla, la del amor de Dios.
Gracias a vosotros podemos seguir
visitando campamentos, comprando algunas galletas para los niños, llevarles
ceras, papeles, preparar materiales que en pocos minutos vuelven un rincón
de un campamento un
aula de Vida Nueva.
Un abrazo y una oración para
todos. En comunión ante el Altar.
Andrés