El día de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen María, el día 2 de febrero, en bastantes Parroquias, - en la nuestra desde hace más de veinte años-, se celebra presentando al Señor a los bautizados en el año anterior. Un rito sencillo, pero cargado de sentido y de alegría. Toda la comunidad presente, pidiendo para que estos pequeños sean bendecidos y caminen con Cristo, "luz que alumbra a las naciones", y de la mano de la Virgen María.
La celebración se llena de juventud y de vida, y el templo es en este día lo más parecido a una familia: mayores, padres jóvenes, niños que abren los ojos observando todo y recién nacidos y bautizados derrochando energía y con toda la vida por delante.
Nuestro agradecimiento y felicitación a los padres que, venciendo las incomodidades de una jornada especialmente fría, han respondido a la convocatoria del grupo de Pastoral Familiar, han celebrado la Eucaristía en un día tan singular y han compartido una copa con todos los asistentes.
Que el Señor bendiga a estas familias y a los más pequeños de la comunidad.