Como otro año más, en la parroquia de Santiago Apóstol hemos realizado una barra solidaria cuyos fondos iban destinados a tres congregaciones del Congo.
Sin duda alguna este año ha sido un éxito, tanto por la participación de la gente como por la convivencia entre los que colaborábamos en ella.
Doy gracias a Dios porque cada año nos brinde la oportunidad de poder contribuir a que las necesidades básicas de los niños y las familias congoleñas queden un poco más cubiertas. También es un orgullo para mí formar parte de esto, porque cada uno hemos puesto nuestro granito de arena y porque creo que el hecho de darse a los demás no tiene precio.
Muchas gracias a todos y os esperamos el año que viene.
Ana Carmen (Grupo de jóvenes)