jueves, 21 de febrero de 2019

Campaña contra el Hambre con Manos Unidas


Preparada con esmero por el grupo de Cáritas Parroquial y algunos voluntarios de Manos Unidas de la Parroquia, se inició la campaña de este año - como viene siendo habitual-, con la que llamamos "Cena del Hambre", un momento de convivencia fraterna en la que se sirven habas, bacalao, tocinillo ibérico, aceite, pan y vino.
Este año estuvo motivada por el sacerdote diocesano burgalés, el P. Gabriel Rodríguez, misionero en Zambia desde el año 2005, donde ha recibido ayuda de Manos Unidas para construir y poner en marcha un mercado en el que las mujeres del lugar puedan vender sus productos. Le acompañaban dos voluntarias de Manos Unidas-Jaén.
Su testimonio y la seguridad transmitida de que la ayuda canalizada a través de esta ONG católica llega íntegra a su destino, ha animado a los que hemos tenido la suerte de escucharle.

La recaudación tanto de la cena, el viernes día 8 de febrero, como de las colectas del fin de semana 9 y 10 de febrero ha sido:

Cena y venta de productos de Manos Unidas                                                         1004,00 Euros
Colectas del sábado y domingo y donativos                                                         1686,58 Euros
TOTAL                         2.690,58 Euros




domingo, 10 de febrero de 2019

Fiesta del Hijo Menor


El 2 de febrero, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, la Iglesia celebra la fiesta de la Purificación de la Virgen María y la Presentación del Niño en el Templo. Una fiesta entrañable y de hondo calado en el pueblo cristiano.

Para vivirla de un modo personal y cercana, comenzó lo que hoy es una bella tradición, llamada Fiesta del Hijo Menor: la presentación en el templo del hijo recién nacido o recién bautizado.
Nosotros también, tras bastantes años convocando a los padres y padrinos de los niños que fueron bautizados el año anterior, hemos imitado el gesto de María y José, y hemos presentado al Señor a estos niños.
La celebración del pasado día 3, primer domingo de febrero, de mano de la Santísima Virgen María, fue una verdadera explosión de vida. Primero, por la presencia de estos hijos que son lo mejor de la Parroquia, también por la celebración en sí, participativa, dinámica. Los padres y padrinos evocaron el día del bautismo y renovaron las promesas que hicieron aquel día, se bendijo a las madres y a los niños y se les ofreció al que es "luz que alumbra a las naciones".
La celebración religiosa terminó con un sencillo ágape fraterno en los locales de la Parroquia.
Felicitamos a estos padres al tiempo que les agradecemos poder participar con ellos de esta fiesta tan familiar.